No puedo segur así”, pensé en mi aturdimiento. “No puedo seguir así eternamente. Tengo que hacer algo”. De repente recordé las palabras de Nagasawa: “No te compadezcas de ti mismo. Eso sólo lo hacen los mediocres”. “¡Bravo Nagasawa!¡Qué grande eres!”, pensé. Y me levanté después de exhalar un suspiro. Tokio Blues(Norwegian Wood) - Haruki Murakami