"Me fui a los bosques porque quería vivir sin prisas. Quería vivir intensamente y sacarle todo el jugo a la vida, para no descubrir en el momento de mi muerte que no había vivido.” - Thoreau

viernes, 19 de noviembre de 2010

El codigo del guerrero

1. Nada de lamentaciones: al lamentarnos, experimentamos un temporal alivio, pero perdemos parte de nuestra energía y nos debilitamos.

2. Nada de auto compadecerse: no ceder a la autocompasión puede permitir aprovechar el propio ánimo para pulirse y sacar fuerzas de la propia debilidad pasajera.

3. Superar la auto importancia: nuestro propio narcisismo es fuente de dolor y nos hace débiles y neuróticos. Así quedamos pendientes de los juicios de los demás sobre nosotros, nos sentimos rápidamente heridos si no nos consideran lo que esperábamos, ansiamos ser centro de atención y reclamamos incesantemente cariño y cuidados.

4. Cambiar el «no puedo» por «no quiero». “Incluso debemos aprender a decir «no quiero» en lugar de «no puedo», cuando sea así, de manera cortés, pero exponiendo nuestra verdadera intención.

5. Cambiar «me hacen» por «me hago». Es cierto que estamos expuestos al maltrato de los otros, pero en la vida cotidiana por lo general, siempre que nos hacen o muchas que nos hacen, es porque nos dejamos hacer.



6. No mentir, no falsear (ajustarnos a la realidad tal y como es). No solo mentimos a los otros o les falseamos los hechos, sino que con más frecuencia todavía nos mentimos a nosotros mismos. El guerrero espiritual utiliza la realidad para ponerla al servicio de su búsqueda, utilizarla como piedra de toque para pulir su carácter.



7. Nada de pretextos o justificaciones. Si algo tienes que pretextarlo, no lo hagas. El guerrero vive exponiéndose, no pretextándose, abriéndose, no justificándose.



8. Ser responsables de nuestros actos: se requiere valor y coraje para responsabilizarse de todo acto. Trata de ser diestro y directo, pero si se equivoca, asume su equivocación.



9. Nunca culpabilizarse ni arrepentirse. La culpa y el arrepentimiento son falaces e infantiles.



10. No arrogarnos cualidades de las que carecemos.



11. Aceptación,por nosotros mismos y por las demás personas: Aceptación no es resignación. Aceptación es asumir las cosas tal cual son y desde esa actitud de aceptación, comenzamos a tratar de modificarnos.



12. Ecuanimidad más allá de la avidez y la aversión



13. Ser concientes sin prejuicios y condicionamientos, vigilante a la mente, la palabra y la acción.



14. Tomar la vida como un maestro, un reto, sin demandar excesiva seguridad.



15. Ser de todos, pero de nadie demasiado: En el lago se reflejan las estrellas por la noche, pero ninguna puede aprisionar sus aguas. Así es el guerrero. En disponibilidad, abierto, pero no se hipoteca con nadie, no alimenta dependencia, ni apegos mórbidos.



16. Ser el propio refugio, la propia lámpara, la propia autoridad, dependiendo psicológicamente de uno mismo.



17. Desarrollar el sentimiento de que cada segundo puede ser el último: La muerte no es mañana; es hoy. Siempre será hoy cuando llegue la muerte, el gran mensajero divino. Cuanto más apegados estemos, más la temeremos; cuanto más ego tengamos, más horror nos inspirará. Sin apego, sin ego, ¿qué es la muerte?. Su idea no debe debilitarnos, sino proporcionarnos fuerza. Si vivenciamos cada segundo como que muy bien puede ser el último, le procuraremos un significado pleno y creativo y lo haremos en inafectación y libertad.

Ramiro Calle


track algo antiguoo, recuerdos de donde crecí
► Emperor - An Elegy of Icaros

Icaros, os desafío
Pues poseo las alas de la fe
Y, pese a que pesan en mis hombros
(No hay medida para definir su peso)
Aún así no son obstáculo para mí
Desafío a la gravedad

El temor no es el destino que busco
Mi destino se formará
Sobre las poderosas turbulencias a lo lejos
Si caigo volveré a levantarme (traduccion)